16 septiembre 2006

El rey de la comedia... y de los gadgets.

Nació el 16 de marzo de 1926 y sus padres, actores y cómicos de profesión, le bautizaron Joseph Levitch. Creció entre bambalinas de miles de teatros y a los 16 años decidió que el instituto era una pérdida de tiempo ya que quería seguir los pasos de sus padres, de modo que dijo adiós a compañeros, profesores y libros y comenzó a recorrer los Estados Unidos actuando de local en local usando el mismo apellido que eligiera su padre como nombre profesional.

Así es como inició sus pasos en el mundo del vodevil el incombustible Jerry Lewis. Apenas tres años después, se encontró por casualidad con el que sería su compañero de actuación durante diez años, un tal Dean Martin, y en menos de un año se habían convertido en la nueva sensación del país.
Juntos hicieron teatro, radio, televisión, cine y dinero, mucho dinero. Su éxito era tal, sus legiones de fans tan numerosas que, en cierta ocasión no les quedó más remedio que improvisar una actuación en plena calle 44 Oeste de Nueva York.
Estaban actuando por aquel entonces en el Paramount Theatre. La dinámica era la siguiente: primero se realizaba una proyección de su película “My friend Irma” a continuación aparecían Martin y Lewis en persona, hacían su show y se retiraban, entonces comenzaba el segundo pase de la película y así sucesivamente. Por aquella época, las sesiones eran continuas, de modo que los espectadores podían pagar la entrada y ver la película de turno todas las veces que quisieran, sin levantarse del asiento en toda la tarde si así les placía.

Y eso es lo que ocurrió aquel día de 1949, el público del primer pase entró y abarrotó la sala, vio la película, vio el show, vio la película de nuevo, vio el show otra vez y seguía sin intención de vaciar sus butacas mientras los empresarios se desesperaban porque en la calle había cada vez más gente esperando y sin poder entrar al cine. Había que sacar a aquella gente a toda costa, de modo que se dirigieron a los camerinos donde descansaban Lewis y Martin y les explicaron el problema. La pareja salió a la sala e informó a los espectadores que iban a hacer una actuación gratuita en la calle, en la escalera de incendios junto a la salida de camerinos del teatro. Y allá que se fueron todos, cómicos y espectadores, y allí que actuaron, concentrando más y más gente alrededor de aquella escalera de incendios, hasta el punto de llegar a colapsar el tráfico de toda la zona de Times Square hasta Broadway y la calle 59.

Diez años duró, como decía, aquella colaboración entre Jerry Lewis y Dean Martin. Cuando se separaron cada uno siguió su camino. Jerry Lewis continuó con el personaje que se había creado, escribiendo, produciendo, dirigiendo y protagonizando decenas de películas de grandísimo éxito durante más de dos décadas. En 1995 batió el récord al convertirse en el intérprete mejor pagado de la historia de Broadway por su actuación en la obra “Damn Yankees”, un exitazo de público y crítica que le devolvió de golpe a las primeras líneas de las páginas de espectáculos.

De Jerry Lewis podría hablar y contaros largo y tendido: tanto su vida como su carrera son fascinantes. Sin embargo, aparte de sus éxitos profesionales (que son muchos) hay un logro de Jerry Lewis que muy poca gente conoce: Él fue quien desarrolló y por primera vez utilizó el video assist en un rodaje de cine.

El video assist es una pequeña pantalla de televisión sincronizada con la cámara para poder ver en ella exactamente lo mismo que se está filmando, sin necesidad de tener que utilizar el visor de la propia cámara. Este inventillo es indispensable hoy en día en cualquier rodaje que se precie y es una herramienta de lo más útil para prácticamente todos los equipos de un rodaje: sonido, foto, maquillaje, vestuario, dirección artística, actores… por no hablar del director y el script.

La historia de cómo Jerry Lewis “inventó” el video assist es la siguiente:

En 1960, Lewis estaba trabajando para la Paramount, protagonizando una media de dos películas al año. Para la última que había protagonizado “Cinderfella” (El Ceniciento) quería un estreno en navidades ya que le parecía que la magia de la historia era más apropiada para esa época, sin embargo el estudio quería estrenarla a toda costa en julio ya que no tenían película de Lewis para el periodo estival. Lewis se puso cazurro y, en plena reunión con los responsables del estudio les dijo que si todo lo que necesitaban era otra película, él les hacía otra película a tiempo para julio y allí mismo les improvisó y vendió la idea de “The bellboy” (El Botones). La película la rodó durante las cuatro semanas que estuvo actuando en el Fontainbleau Hotel de Miami Beach y la montó mientras actuaba en Las Vegas, entregándola a tiempo para su estreno. “The bellboy" se hizo en tiempo record, costó 900.000 dólares y recaudó, sólo en taquilla, más de ocho millones. Esta película, que escribió, produjo y protagonizó, se convirtió, además, en su primera película como director y fue durante su rodaje que Lewis se empeñó en utilizar monitores sincronizados con la cámara, monitores que repartía por todo el plató para poder ver su propia actuación, ya que como director y protagonista de la película, era la única manera que tenía de comprobar si su actuación estaba funcionando.


De esta manera, llegó el video assist al mundo del cine, de la mano de un cómico apasionado de todo lo que sean inventos eléctricos, de un actor incombustible que durante más de 40 años interpretó a la perfección el papel del tonto entrañable y que asegura de sí mismo que ama el progreso, aunque odia los cambios. How do you like them apples?

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7 Comments:

Blogger Awake at last said...

Increíble, XD. Está claro que la necesidad es la madre de la invención...

1:23 p. m.  
Blogger IVAN REGUERA said...

Blake Edwards dice que fue él quien desarrolló el video assist, en El guateque. Pero su peli es posterior a la que citas de Lewis.

Interesantísimo artículo, Frid.

1:47 p. m.  
Blogger fridwulfa said...

Gracias, Iván, viniendo de ti es todo un cumplido.

9:53 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Hey Frid;

Joder! Apasionante.
Eres nuestra Scheherazada particular.

1:09 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Muchas gracias, Fridwulfa, por este blog. Creo que voy a pasarme por aquí con frecuencia, para aprender cosas del fascinante mundo del celuloide. Ya sabemos a quién le debemos el uso del famoso combo. Hoy en día, algunos directores se ocupan más de hablar con el combo que con los actores (eso dicen). Un beso.

7:22 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Muy interesente el tema,he aprendido mucho. Grachias¡¡¡

6:39 p. m.  
Blogger Leandro said...

hermoso el dibujo

3:15 p. m.  

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